Pasamos aproximadamente un tercio de nuestra vida durmiendo, y, generalmente es de costado. Es decir que todas las noches, al menos 8 horas, estamos en contacto directo con sábanas y almohadas que marcan nuestra piel.
Ya que la piel se regenera dos veces más rápido en la noche, es aún más importante el material con el que está en contacto.
Te contamos los beneficios de la seda, un material extremadamente suave y agradable, caracterizado por ser de lujo, pero no necesariamente inalcanzable.
- La seda tiene un efecto anti-age. Contiene proteínas y aminoácidos que aceleran el metabolismo de las células y las ayudan a combatir los efectos de la edad.
- La textura de la seda impide que se formen marcas en el rostro, ya que no se crea fricción.
- Si colocamos una crema de noche, la seda no la absorberá, como es el caso del algodón.
- Las enzimas presentes en la seda previenen la aparición de pequeñas imperfecciones.
- El uso de la seda se recomienda en casos severos de acné o eczema, ya que tiene propiedades antibacteriales.
Además, es un material hipoalegénico con efecto calmante, ideal para pieles sensibles o atópicas.
Si quieres comprobar estos beneficios, invierte en una funda de seda.